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Revisar el estado de nuestros neumáticos no es una cosa baladí. Cuando pensamos en las ruedas de nuestro coche hemos de tener en cuenta que son el único elemento de todo el vehículo que está en contacto directo con el asfalto, por lo que cualquier problema podría desencadenar en falta de seguridad, avería e incluso un posible accidente. Por eso su mantenimiento ha de ser preciso y estar siempre al día, porque es el único elemento que nos une a la carretera. 

Normalmente tenemos muy presente que hemos de revisar su estado antes de un viaje largo o cuando nos vamos a ir de vacaciones, pero no solo en esas fechas han de ser inspeccionados bajo lupa. No te pierdas este artículo porque aprenderás qué problemas puedes evitar si revisas bien los neumáticos y a detectar sus imperfecciones.

Puede que tengan mordiscos o bultos

Si no llevas tus neumáticos a revisión no podrás saber si tienen algún tipo de defecto. Uno de los más habituales son los mordiscos y los bultos. Te proponemos que les hagas una inspección visual de manera cuidadosa; así podrás saber bastante sobre el estado en el que se encuentran tus neumáticos.

Deja de lado si tus ruedas están más o menos limpias y céntrate en el estado de la goma. ¿Encuentras mordiscos? Mira tanto en el flanco como en la banda de la rodadura. Uno de los problemas que puedes encontrarte es el que tu neumático tenga un mordisco provocado por darle un golpe contra el bordillo al aparcar, por ejemplo. Si encuentras uno podrías tener problemas en un futuro ya que comprometen la estructura interna del neumático, haciéndolos más propensos a pinchazos o reventones. 

Sigue mirando, esta vez en busca de bultos en la banda de la rodadura o en los flancos del neumático. Si lo encuentras, ¡alerta! Puede que tu neumático no sea el más seguro actualmente y deberás actuar.

Los neumáticos con mordiscos o bultos son más propensos a pinchazos o reventones. Si los tuyos tienen alguna de estas problemáticas, llévalo al taller porque necesitarás reemplazarlos.

Sabemos que no es lo que querías leer pero es la realidad. Cuando un neumático tiene este tipo de problemas nuestra seguridad se ve comprometida: corremos peligro al conducir y ponemos en peligro al resto. Por eso es importante que tus neumáticos sean revisados cuidadosa y periódicamente. 

Si tus neumáticos no presentan ni mordiscos ni bultos realiza una conducción que evite la aparición de este tipo de defectos pasando por los resaltos y badenes a poca velocidad o evitando los bordillazos. Otro aspecto a evitar es circular con los neumáticos cristalizados. 

Puede que tus neumáticos estén cristalizados

Si no sabes lo que es la cristalización, te lo explicamos: se trata de un proceso físico que puede darse en neumáticos que no han sido correctamente almacenados o que tienen mucha edad.

Lo que ocurre es que su superficie se endurece y, por lo tanto, pierde agarre. ¿Cómo saber si nuestro neumático está cristalizado? Intenta hundir tu uña en la goma. Si no puedes hacerlo y su superficie presenta un aspecto brillante y duro, es más que probable que estemos ante un neumático cristalizado. 

¿Cuándo sospechar que tu neumático pueda estar cristalizado? Si no usas mucho tu vehículo o lleva años parado, llévalo a revisar.

Puede que hayan perdido presión

Tener la presión de tus neumáticos a punto nos beneficia a todos: según datos de Bridgestone, el 81% de los conductores de la UE circula con la presión de los neumáticos baja. Este hábito supone un gasto extra de 4.000 millones de litros de combustible y la emisión de 9,3 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera.

Que tus neumáticos tengan una presión adecuada es básico para conseguir las mejores prestaciones de ellos. Por eso es ideal revisarla al menos una vez al mes. Consulta las recomendaciones de tu fabricante antes de hacerlo y sigue sus instrucciones. 

Recuerda que si tu vehículo circula con presión baja acelerarás el desgaste del neumático, aumentarás la resistencia a la rodadura y, por tanto, harás que consuma más combustible. Además, cuando el neumático tiene poco aire, este tiende a deformarse.

TIP! No olvides revisar la presión de la rueda de repuesto. ¡Imagina tener que cambiarla y encontrarte un neumático también desinflado!

Puede que se estén desgastando de manera irregular

Hay varios motivos que pueden hacer que nuestros neumáticos no se desgasten de manera regular:

  • Alineación inadecuada de la dirección
  • Desequilibrio de pesos del conjunto llanta/neumático
  • Problemas con los amortiguadores
  • Presiones inadecuadas.

Así que si no haces revisión del desgaste de tus ruedas podrías pasar por alto alguno de estos problemas. Hazlo una vez al mes para evitar sustos.

Puede que hayan perdido dibujo

Por ley, los neumáticos han de tener una profundidad mínima de 1,6mm pero no es imprescindible llegar a esos extremos para cambiarlo. Es mejor no apurar porque nos jugamos la seguridad en la conducción. 

Cuando un neumático pierde dibujo también pierde agarre, aumenta la distancia de frenado y se incrementa el riesgo de aquaplaning

 TIP! Descubre si tu profundidad es correcta con una moneda de 1€. Si al meterla en una hendidura puedes ver el color dorado exterior, es hora de cambiar de neumático.

Puede que no pases tu siguiente ITV

Si próximamente has de pasar la ITV has de tener muy en cuenta el estado de tus neumáticos. Unas ruedas que presenten malformaciones, presión inadecuada, poco dibujo o mala alineación podrían echar atrás tu tan ansiada pegatina. 

Recuerda que unos neumáticos en perfecto estado te benefician a ti como conductor y al resto de personas que se cruzan contigo en la carretera. Realiza las revisiones pertinentes e invierte en seguridad.

Por todo, revisar los neumáticos de nuestro coche con profesionales cualificados debería convertirse en una costumbre habitual que nos evitará averías futuras y nos dará más seguridad a la hora de circular. 

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