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La seguridad es sinónimo de prevención. No hay nada más efectivo que un buen mantenimiento para evitar sustos indeseados al volante y los neumáticos, recordémoslo, son la única parte del vehículo que nos mantiene en contacto con el asfalto. Por eso hoy os recomendamos que hagáis inspecciones regulares a vuestras ruedas ya que te ayudarán a mejorar tu seguridad mientras conduces y a evitar posibles problemas y averías.

En este blog hemos hablado de la importancia del mantenimiento de los neumáticos para nuestra seguridad, pero no todo pasa por hacer estas revisiones profundas. Una rápida inspección por nuestra parte puede evitarnos alguna que otra visita al mecánico para reparar averías graves. Te aseguramos que si tienes en cuenta estos 7 aspectos regularmente, tu seguridad se verá incrementada. ¡Nunca un vistazo dio más!

Desgaste desigual de la banda de rodadura

Hemos hablado de la banda de rodadura cuando repasamos las partes del neumático y sabemos de su importancia, por eso empezamos por este componente. Obsérvala atentamente y revisa que no se produzca un desgaste desigual en los diferentes lados de la banda de rodadura, eso sería un mal presagio. Podría significar que tus neumáticos no están bien alineados, equilibrados o inflados o que haya problemas en la suspensión, lo que supondría un riesgo para tu seguridad y la de aquellos que comparten carretera contigo. También observa que no se hayan producido ondulaciones con desgaste desigual y que el cable de acero no sea visible.

¿Hay algún objeto incrustado en tu neumático?

La circulación puede hacer que ciertos objetos como piedrecitas, restos de cristales o metales o piezas pequeñas que se encuentran en la carretera, acaben incrustados en la banda de rodadura. Esto no debería ser un problema si los detectas a tiempo, por eso es importante que regularmente observes tus ruedas atentamente. Si observaras la presencia de algún objeto extraño, extráelo con suma precaución cuanto antes ya que si continuas circulando con él podría acabar provocando el pinchazo de tu neumático. 

Nada de cicatrices

La apariencia externa de tu neumático ha de ser impecable, más allá de la poca o mucha suciedad que pueda tener. Si aquello que te incomoda lo puedes quitar con agua y jabón no hay de qué preocuparse pero en cambio si al observar tu rueda ves que tiene cortes, agujeros, grietas, bultos o hendiduras en alguna parte, activa la señal de alarma. En ese caso te recomendamos que acudas a tu taller de confianza para descartar cualquier tipo de problema. 

Comprueba la profundidad de la banda de rodadura 

Un neumático desgastado tiene menos agarre, especialmente sobre suelo mojado. Para comprobar que tus ruedas no están desgastadas de más has de fijarte en los indicadores de desgaste de la banda de rodadura. Son unas barras estrechas de goma que encontrarás en los surcos de la banda. 

TIP! Si ves que la profundidad de la banda de rodadura es prácticamente igual a la de los indicadores de desgaste, es momento de sustituir tus neumáticos.

Además de poner en peligro tu seguridad y la de los demás, recuerda que circular con neumáticos por debajo de los 1,6 mm de profundidad está prohibido por ley.

Asegúrate de que la presión es la correcta

Va, lo confesamos, hemos hecho trampa, no todo se resuelve con un vistazo, aquí deberás tocar tu neumático. Los cambios de temperatura, la conducción y el propio uso hacen que tus ruedas pierdan presión de aire. Esto es relativamente normal pero si te encuentras que tu neumático lo pierde tan a menudo que necesitas andar hinchándolo cada pocos días, es que quizás algo no va del todo bien.

Para verificar la presión de tus neumáticos recuerda que estos han de estar fríos. Quítale el tapón de la válvula, presiona la cabeza del medidor uniformemente sobre el vástago de la válvula y usa una presión firme para que se detenga el silbido. Es el momento de retirar el medidor y leer la presión.

Compara el resultado con la presión de inflado que debería tener tu coche según el fabricante y, si ves que tu vehículo la pierde cada pocos días, acude a un taller.

Los tapones de las válvulas se pueden chafar o perder

La principal función de los tapones de la válvula del neumático es impedir que la suciedad y la humedad entren dentro de la goma. Son unas piezas pequeñas pero que ayudan a la correcta conservación de nuestra rueda. El problema es que, al ser tan pequeña, es habitual que se pierda o se deforme, así que si observas cualquiera de las dos cosas, hazte con unos tapones nuevos tan pronto como te sea posible. 

La edad importa

Muchas personas piensan que, por usar poco su vehículo, les va a durar muchos más años. Si bien un uso continuado hace que se desgasten muchas de sus partes, el tiempo pasa de igual manera para todos sus componentes. De vez en cuando intenta vigilar la edad de tu neumático. Tanto si usas el coche a diario como solo de manera ocasional revisa su estado si ya hace más de 5 años que los tienes. 

Y recuerda, si al inspeccionar tus neumáticos ves algo sospechoso, pide cita con un profesional especializado en neumáticos para que lo examine y te dé un veredicto. Recuerda que tu seguridad está en juego. 

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